20060430

Descifran el código secreto del juez del caso Da Vinci

El código secreto oculto en el texto de la sentencia judicial en el caso del éxito de ventas "El código Da Vinci" fue descifrado, pero lejos de revelar una antigua conspiración es sencillamente una rebuscada referencia a un almirante de la Armada Real británica.

El juez británico Peter Smith, quien dictaminó que el autor del libro Dan Brown no había cometido plagio, incluyó su propio mensaje secreto en el fallo, poniendo en cursiva letras repartidas a lo largo del documento de 71 páginas.

En el libro de Brown un código secreto revela una antigua conspiración para ocultar hechos sobre Jesucristo.

El código del juez originó esta semana una breve ola de divertidas especulaciones cuando fue descubierto por un abogado, casi un mes después de que se conociera el fallo.

El abogado, Dan Tench, lo descifró después de un día de pruebas. El código del juez fue creado utilizando la secuencia Fibonacci, una progresión matemática que aborda el libro de Brown.

"Después de mucho ensayo y error, encontramos una fórmula que encajaba", escribió Tench, quien no tiene ninguna relación con el caso de Brown, pero que descubrió las letras en cursiva mientras estudiaba el fallo.

El mensaje secreto del juez era: "Jackie Fisher, who are you? Dreadnought", expuso Tench en el periódico The Guardian.

El juez Smith es un reconocido aficionado a la navegación y Fisher fue un almirante de la Armada Real que desarrolló a comienzos del siglo XX la idea de un gran acorazado llamado el HMS Dreadnought.

Tench señaló que el juez le envió un correo electrónico para confirmar que había resuelto el código de manera correcta.

Después el juez confirmó la existencia del código y declaró que, efectivamente, la secuencia de Fibonacci era el secreto para su solución.

"El mensaje revela un hecho importante, pero actualmente ignorado, que sucedió casi 100 años antes del día del inicio del juicio", sostuvo en un comunicado.

El juez afirmó que no es un fanático de los puzles, como los sudokus que se han convertido en una obsesión de la prensa inglesa.

"La preparación del código llevó unos 40 minutos e insertarlo en el texto alrededor de otros 40 minutos más", señaló. "Odio los crucigramas y no hago sudoku porque no tengo paciencia".

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