20051124

Miedos y mezquindad jerárquica retrasan la tecnología en Irak

Actualizada con la última tecnología en comunicaciones, una oficina de coordinación entre fuerzas estadounidenses e iraquíes en el norte de Bagdad estaba lista para conectarse con instalaciones similares en todo el país con sólo pulsar un botón.

Sin embargo, el contratista estadounidense que instaló la red fue al sitio unos días después y halló que los oficiales iraquíes habían cubierto el nuevo equipamiento con plástico y no lo tocaron, temerosos de no saber usarlo y romperlo.

"Estuve tratando de llamarlos y no entendía por qué no podía comunicarme", dijo James, contratista contratado por el ejército estadounidense para instalar la oficina. "Sólo tenían miedo de romperlo".

Mientras EEUU trata de llevar más sofisticación a la policía iraquí y a las comunicaciones del ejército - herramienta esencial en la lucha contra la insurgencia -, se da cuenta de que la última tecnología se estanca ante las excentricidades locales y las mezquinas jerarquías de la burocracia iraquí.

Conectar los centros conjuntos de coordinación a través de una red segura es parte de un esfuerzo de EEUU para hacer que los oficiales que están a lo largo de Irak compartan información secreta y esencial de manera rápida y confidencial.

NECESIDAD DE ACTUALIZACIÓN

Desde la invasión liderada por EEUU en marzo de 2003, los centros se han comunicado con radios poco fiables o teléfonos de voz por Internet, y utilizaban el servicio de correo electrónico de Yahoo! para intercambiar informes.

Los centros necesitaban un método más fiable para compartir información, pero no se trata sólo de instalar la última tecnología y aprender a usarla con un manual.

"Creo que para ellos será como pasar de gatear a correr", dijo James, mientras un convoy de Humvees lo escoltaba hacia un centro que necesitaba ayuda para usar Internet.

Una vez, contó el contratista, él entregó a un oficial de un centro una lista de 200 números de contactos claves, esperando que los pusiera en la instalación para que todo el personal los tuviera a mano.

En lugar de ello, el oficial se los quedó para sí mismo - aparentemente en un intento de acaparar una pequeña porción de poder para ejercerlo sobre el resto.

Entrenar a oficiales locales es otro desafío. James entrenó a varios en un centro, pero ellos no compartían su conocimiento con ningún compañero, dijo.

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