20140325

El Estado emprendedor: las grandes innovaciones del iPhone no son de Apple

El Estado emprendedor: las grandes innovaciones del iPhone no son de Apple
  • Internet, el GPS o la pantalla táctil fueron 'inventos' del Gobierno de EEUU
  • Las empresas no suelen tener recursos para las investigaciones más costosas
  • La inversión estatal en investigación es clave para la prosperidad de un país
Mucho se escribe sobre el papel de los emprendedores y el sector privado a la hora de hablar de grandes innovaciones en el mundo empresarial. De este modo se suele obviar el papel fundamental que ha ejercido, por ejemplo, el Gobierno de Estado Unidos en el desarrollo del quizás más icónico avance de la última década: el iPhone.

Así lo asegura Mariana Mazzucato, economista de la Universidad de Sussex, en su último libro, "El Estado emprendedor (The Entrepreneurial State)", del cual hace una reseña el diario The New York Times e invita a hacer una reflexión sobre el papel público a la hora de invertir en nuevas tecnologías.

La economista asegura que el papel del Gobierno como líder en innovación no es nuevo, y que de hecho se ha comportado así desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Un papel que en muchos casos se minusvalora en favor de las ideas de los grandes visionarios del sector privado.

Los 'inventos' del iPhone

En el caso del iPhone, Mazzucato no quiere quitar méritos a Apple, pero si quiere apuntar que el Gobierno llevó el peso en el desarrollo de "todas las tecnologías que hacen del iPhone un teléfono inteligente". ¿Y cuáles son? Internet, los sistemas wireless, el GPS, la activación por voz y las pantallas táctiles. Sin ese impulso gubernamental, difícilmente se hubiera producido la revolución tecnológica que ha permitido a Apple (y a otros como Google) convertirse en lo que son hoy.

Otros sectores como las tecnologías espaciales, la biotecnología, la aviación o la investigación farmacéutica han sido impulsados principalmente por los gobiernos. A veces, junto a inversores privados, pero prácticamente nunca solamente con iniciativa privada.

El problema es que hoy el alcance, la duración y los costes de la investigación está o bien muy lejos de los recursos de las empresas o bien lejos de sus modelos de negocio. Como recuerda Martin Wolf en Financial Times, muchas veces las empresas prefieren gastar su dinero en recompras de acciones en lugar de en investigación e innovación.

Por ello, continúa The New York Times, para la prosperidad futura es esencial el papel del Gobierno a lo hora de invertir en ciencia y en tecnología. Por ello, el diario se lamenta de las reducciones en los presupuestos dedicados a estos programas en aras de la austeridad.

Por su parte, España no es un país que pueda presumir tampoco de inversión en i+D+I. Hoy se ha conocido que la partida dedicada a ello se ha reducido un 7% desde 2008, hasta 286 euros por habitante y sigue muy lejos de los países nórdicos, los que más inviertes en este campo.

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