Para saber más:
El fondo (cósmico) de la cuestión | Cosmos | Blogs | elmundo.es, por Javier Armentia
BICEP2 obtiene la primera prueba directa de la inflación cósmica, por Francisco R. Villatoro
Experientia docet: Peces de pecera, hijos del vacío., por Cesar Tomé
el artículo original: http://bicepkeck.org/b2_respap_arxiv_v1.pdf
El de hoy ha sido un día histórico. Un triunfo rotundo de la capacidad
del ser humano para comprender este Universo en el que vive.
No hace aún 100 años que sabemos que vivimos en un Universo formado por
galaxias en un espacio en expansión. Fue Georges Lemaître el primero en
teorizar sobre el Big bang, confirmado posteriormente, en 1929, por las
observaciones de Edwing Hubble. Este había demostrado, anteriormente,
que las nebulosas espirales observadas a partir de la invención del
telescopio eran, en realidad, otras galaxias que, al igual que nuestra
Vía Láctea, albergaban cientos de miles de millones de estrellas. Un
salto radical, equiparable, claro, al que dio Copernico al situar al
Sol, y no a la Tierra, en el centro de lo que entonces se pensaba que
era el Universo.
Lo que ha descubierto BICEP2, un telescopio que escudriña el fondo
cósmico de microondas, del que ahora hablaremos, no es una confirmación
del Big bang (que también), sino algo mucho más importantes. Hay unas
cuantas evidencias que concuerdan con la Teoría del Big bang. Una de las
más impactantes, el descubrimiento, por parte de dos ingenieros de los
Bell Laboratories, Arno Penzias y Robert Wilson del fondo cósmico de
microondas radiación predicha por George Gamow, Ralph Alpher y Robert
Hermann en 1948 como remanente de la gran explosión.
Pero había algo extraño en esa radiación de microondas. Era mucho más
uniforme de lo esperado. La solución: la inflación cósmica propuesta por
el físico y cosmólogo estadounidense Alan Guth en 1981 e
independientemente por Andrei Linde y Andreas Albrecht junto con Paul
Steinhardt. Simplificándolo mucho, la inflación consiste en una
expansión ultra-rápida del Universo en sus primeros instantes, que
explicaría por qué es tan uniforme. El descubrimiento de ayer pone a
todos estos científicos en primera linea para la próxima obtención del
Premio Nobel de Física.
Como de rebote, Albert Einstein se apunta un nuevo tanto. El predijo la
existencia de las hasta ahora esquivas ondas gravitacionales, que se
derivan de la Teoría de la relatividad general de Einstein.
Simplificando al máximo, lo que ha hecho BICEP2 es observar el fondo
cósmico de microondas con un detalle hasta ahora no logrado. Y lo
observado confirma, por una parte, la inflación, modelo hasta ahora
discutido por algunos científicos. Y, de paso, confirma la existencia de
ondas gravitacionales. Que no se han observado aún directamente. Pero
lo observado concuerda con su actuación en esa fase inflacionaria. Hay
un símil, el de la pistola humeante, que se ha utilizado para
explicarlo. No se han visto directamente pero, al igual que una pistola
humeante apunta a un disparo, lo observado en el fondo de microondas
apuntan claramente a la actuación de las ondas gravitatorias en esos
primeros instantes del Universo.
Finalmente, todo esto nos lleva a algo que hace tiempo se sospechaba.
Esa inflación hizo que, al expandirse el Universo tan aceleradamente,
una parte de él quedara fuera de nuestro alcance. Se alejó tanto que a
la luz de esas partes del Universo no les ha dado tiempo a llegar a
nosotros. Ni llegará nunca, porque el Universo se acelera en su
expansión. Es decir, quedará fuera de nuestro alcance para siempre y no
podremos saber nada de él. ¿O no? Quien sabe.
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