Cuando el cineasta se asomó a la pequeña ventanilla del submarino afirmó que aquel lugar era un desierto estéril y sin vida, algo parecido a estar a la Luna… No podría estar más equivocado.
Imaginar la fosa de las Marianas es algo que da vértigo… es el verdadero fondo del océano, una gran grieta de unos seis kilómetros de profundidad que se extiende durante más de 2.500 kilómetros a lo largo del Pacífico. Sin embargo, eso no es todo porque, en un punto concreto cercano a la isla de Guam, la gran fosa desciende aún más hasta llegar a los 11 kilómetros de profundidad… el Abismo Challenger.
[Te interesará: ¿Cuál es el lugar más peligroso de la Tierra?]
Es el punto más profundo del océano y hasta ahora, tal y como pensaba James Cameron, los científicos no tenían evidencias de que existiese vida capaz de soportar las crudas condiciones que existen en esas profundidades… al menos, hasta ahora.
Un equipo internacional de investigadores pertenecientes a la Universidad del Sur de Dinamarca, el Instituto Marino Escocés, el Centro de Investigación Climática de Groenlandia, el Instituto Max Planck de Microbiología Marina y la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología Marina y Terrestre han conseguido enviar un batiscafo no tripulado a la sima de las Marianas y la sorpresa ha sido mayúscula: el fondo está rebosante de vida.
[Te va a gustar: El frío dedo de la muerte]
Para asegurar bien las mediciones, los biólogos midieron también el consumo de oxígeno en profundidades cercanas a los 6.000 metros y quedaron realmente sorprendidos al comprobar que en el fondo del Abismo Challenger, es decir, 5.000 metros más abajo, el consumo de oxígeno era incluso mayor que en profundidades superiores.
El descubrimiento, publicado la semana pasada en la Revista Nature Geoscience, ha sido tan inesperado que abre la puerta a nuevas preguntas: ¿Qué clase de vida es capaz de soportar condiciones tan duras y presiones tan altas? ¿Cómo es posible que a 11 kilómetros de profundidad exista más vida que a sólo 6 kilómetros?
Las respuestas aún no han llegado, pero lo que ya no podremos decir es que la sima del mundo es un lugar inhóspito y solitario… la vida se abre camino incluso en las condiciones más increíbles.
[Si te ha interesado este artículo, te gustará: Encuentran amebas gigantes en la Fosa de las Marianas]
Referencia
Ronnie N. Glud, Frank Wenzhöfer, et al. “High rates of microbial carbon turnover in sediments in the deepest oceanic trench on Earth”. Nature Geoscience 6, 284–288 (2013) doi:10.1038/ngeo1773
No hay comentarios:
Publicar un comentario