El escarabajo pelotero es el primer animal en orientarse con la Vía Láctea
Los
escarabajos peloteros no están siempre con el hocico en sus bolas de
excrementos. Saben también mirar al cielo. Un equipo de científicos
suecos y surafricanos ha descubierto las extraordinarias dotes
'astronómicas' de estos coleópteros. Para orientarse al trasladar sus
bolas de excremento, no sólo usan el Sol, la Luna y la luz de las
estrellas, sino también el brillo de la Vía Láctea, una habilidad que hasta ahora jamás se había observado en un insecto.
En
los experimentos, los científicos dieron 'gorras' a los escarabajos
para que fueran incapaces de ver la luz. Los escarabajos reaccionaron
subiéndose a sus bolas de excremento y realizando su caraterístico
'baile' de orientación, en búsqueda de esa luz que les faltaba.
Al realizar el experimento en un planetario, con un cielo estrellado
simulado, los escarabajos reaccionaron de la misma manera. Tras un baile
bajo las estrellas, encontraron el camino que debían seguir.
Los escarabajos peloteros, sin embargo, tienen una suerte de jerarquía a
la hora de elegir las luces que seguir. Al colocar a uno de estos
insectos junto a una vela, éste comenzó a dar vueltas sobre ella, al no
servirle para orientarse de ningún modo. Los científicos creen que, en
el caso en que haya varias fuentes lumínicas (la Luna y la Vía Láctea,
por ejemplo) los escarabajos elegirían una en vez de otra.
Los escarabajos peloteros tienen un cerebro del tamaño de un grano de
arroz, y sin embargo demuestran una inteligencia impresionante al
transportar su alimento en bolas del doble de su tamaño. Éstas no
únicamente le sirven de alimento, sino también como "aire
acondicionado". El descubrimiento de que sus bailes orientativos siguen
la luz de las estrellas y la Vía Láctea demuestra de nuevo las aptitudes
de estos curiosos coleópteros.
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