Se acerca el día de ver demostrada la «Conjetura de los primos gemelos»
En la sociedad de los números también existen clases y entre la más distinguida se encuentra la de los primos, aquellos que no son divisibles por ningún otro,
(salvo el uno o ellos mismos). Ya en la Antigüedad, Euclides (325-265
años antes de Cristo) demostró que éstos nunca se acaban, por lo tanto
hay infinitos. Pero lo cierto es que a medida que crecen son más
difíciles de encontrar y se encuentran más distanciados entre ellos. En
1896, Jacques Hadamard y Ch.-Jean de la Vallée Poussin, consiguieron —cada uno por su lado—, establecer la distribución de estos números por su valor.
Según sus conclusiones, a medida que crecen cada vez es mayor la distancia que los separa, pero existe una excepción: ¡son los primos gemelos!
3 y 5 forman una pareja de primos gemelos. Otro ejemplo de parejas de
primos gemelos son: 11 y 13, 41 y 43 ó (2,003,663,613 × 2^195,000 − 1) y (2,003,663,613 × 2^195,000
+ 1). En realidad, estas parejas se encuentran acompañando a un número
par y la separación entre ellos es de dos unidades. A medida que los
primos se hacen más grandes, la frecuencia de aparición de parejas de
primos gemelos va disminuyendo, pero aún así los matemáticos sospechan
que siguen surgiendo pares de primos gemelos, incluso entre los más
enormes.
La conjetura de los primos gemelos,
basada en este hecho, propone la existencia de infinitos pares de
primos gemelos. Dado que es una conjetura, está todavía sin demostrar y
algunos matemáticos la atribuyen también a Euclides. De este modo se
trataría de uno de los problemas matemáticos más antiguos por resolver.
El pasado lunes 13 de mayo, y ante un pequeño grupo de matemáticos,
Yitang Zhang, de la Universidad de New Hampshire, presentó en la
Universidad de Harvard sus conclusiones. Su resultado: existen infinitos
pares de primos «gemelos» ¡que se encuentran a menos de 70.000.000 de unidades de distancia con su pareja!
Setenta millones puede parecer un
número muy alto, pero al menos es un número finito, no importa lo grande
que sea ¡ya no puede crecer más! Ya sólo falta bajar de 70.000.000 a 2,
separación de los auténticos primos gemelos, pero esta distancia es incomparablemente menor que la que media entre los setenta millones y el infinito.
«¡Estoy absolutamente sorprendido!», confesó Goldston, uno de los pocos
privilegiados que dedicará su tiempo a comprobar si todo está bien en
la demostración, que ha sido enviada a la revista Annals of Mathematics.
Zhang espera poder reducir la
distancia y que el margen se acerque a dos. Sin embargo, Goldston duda
que utilizando objetos matemáticos estándar como hace el autor, se pueda
resolver el problema de los primos gemelos, y va más allá: «dudo que viva lo suficiente para ver la conjetura demostrada».
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