El casi desconocido acelerador de partículas español
Tradicionalmente el mundo de las ciencias
ha olvidado a España. Ramón y Cajal prácticamente tuvo que hacer una
campaña personal, científico por científico, para explicarles en qué
consistían sus descubrimientos. De no haber sido por su propio empeño
moviéndose entre los colegas de otros países, jamás habría conseguido el
premio Nobel. Y es que la comunidad científica internacional tiende a
menospreciar a los países de habla hispana y silenciar sus
descubrimientos.
El ingenio español, no obstante, es más
que notable y se agudiza especialmente en tiempos de crisis. A falta de
medios económicos, la creatividad sustituye al dinero con creces. Es el
ejemplo del CERDO (centro español de la radiactividad para
descubrimientos y observaciones). El centro tuvo un comienzo prometedor
tras ser inaugurado por el Rey y el presidente autonómico, que se
hicieron múltiples fotos frente a un nutrido grupo de periodistas y
dijeron sentir “orgullo y satisfacción” por el impulso nacional a la
ciencia.
Ubicación actual del centro de investigación
Recientemente, sin embargo, el gobierno
español equiparó los salarios de sus miembros a los de becarios a media
jornada con vacaciones no pagadas. Así mismo redujo su presupuesto a una
centésima parte del previamente establecido y desplazó sus
instalaciones a un pueblo entre las montañas donde no alcanzan los
servicios de banda ancha para Internet, los cortes de electricidad son
frecuentes y el agua proviene de algunos pozos y previamente ha de ser
potabilizada para evitar el paludismo endémico en la zona.
Miembros del CERDO charlando en la hora del refrigerio
No obstante, lejos de desanimarse, el
equipo de científicos decidió seguir colaborando con los experimentos
punteros en física de partículas, tanto por la devoción a sus
profesiones como para conseguir en el futuro alguna plaza en el
extranjero que les permitiera al menos comprarse ropa y cocinar sus
propios alimentos en lugar de vivir de la caridad de los habitantes del
pueblo cercano.
La ingeniosa idea consistió en utilizar
partículas alternativas a los protones para escudriñar la naturaleza
última de la energía, la materia, el mundo cuántico y el campo de
Higgs. No pudiendo alcanzar velocidades relativísticas, la solución de
compromiso fue realizar experimentos a bajas velocidades.
En mecánica clásica, aplicable en esas
condiciones, la energía cinética es E=(1/2)mv^2, donde la energía se
mide en Julios, la masa en kilogramos y la velocidad en metros por
segundo.
La masa media de una mosca común es de
unos 10 miligramos y pueden alcanzar velocidades de unos 10Km/h.
Haciendo un cálculo sencillo:
(1/2) * 0.00001Kg * (2,7778m/s)^2 = 0.0000386 Julios
Moscón de Higgs
Si convertimos la unidad,
obtenemos que eso supone unos 240TeV. Si tenemos en cuenta además que
los choques en el CERN se producen a unos 7 teraelectronvoltios a máxima
potencia (cosa que no se espera alcanzar hasta 2014), se intuye
rápidamente el enorme potencial de una mosca para experimentos de alta
energía.
La zona donde está situada el CERDO,
cerca de una charca, supone una fuente sencilla para la recolección de
moscas. Estas son recolectadas en un bote y se las cabrea agitándolo.
Una vez en el laboratorio, se sueltan en una cámara de niebla -de origen
natural, debido al frío y la humedad reinante en las instalaciones- y
las moscas cabreadas comienzan a revolotear. Cada cierto tiempo, los
científicos observan la colisión de dos moscas.
Ángel María realizando cálculos en su despacho del CERDO
Tal y como explica el director del
centro, Ángel María de los Santos, ¨las moscas conjugan las ventajas de
ser un elemento macroscópico con la física cuántica: solo hay que
observar a una mosca en casa. Es imposible determinar a la vez dónde
está y su velocidad. Tratar de cazarlas es de locos porque nunca se
puede determinar de forma simultánea su velocidad y posición, y esa
incertidumbre es la que corresponde a una función de onda. Además no hay
que temer la creación de agujeros negros del fin del mundo como decían
los agoreros contra el CERN, todo lo más aparecen de cuando en cuando
moscardones negros muy pesados (y por tanto de vida media muy corta, un
par de días) y moscas verdes que son más asquerosas pero no peligrosas¨.
Choque de partículas representado con Plastidecor
Los científicos revisan cuidadosamente el
resultado de las colisiones. A falta de computadoras para registrar las
trazas de partículas efímeras que se dan tras cada colisión, igualmente
el ingenio español se impone, como sigue relatando Ángel: ¨tenemos un
chaval que antes de meterse a científico era aficionado a la pintura. En
cada colisión mira las trazas muy rápido y de memoria pinta en un papel
cuadriculado -para mayor precisión- las trazas más o menos donde
estaban, empleando ceras de colores.¨
Hasta ahora, han corroborado los
descubrimientos sobre Higgs y otros hallazgos del CERN y FermiLab,
siendo una tercera fuente para la confirmación de dichos experimentos.
En conversación con Rolf Dieter Heuer,
director del CERN, este nos confiesa: ¨La verdad es que nos da mucha
vergüenza recurrir a nuestros colegas españoles y solemos ocultarlo en
las publicaciones oficiales, pero de no ser por ellos ahora mismo no
tendríamos ni idea de si existe el Bosón de Higgs. Sus aportaciones han
sido fundamentales y en todo caso les echaremos una mano para que se
vengan aquí en cuanto tengamos el presupuesto del año que viene¨. Un
miembro del FermiLab que nos pidió mantener su identidad oculta también
nos reveló sus pensamientos: ¨Nunca he visto tantos idiotas como los que
gobiernan en su país, si me lo permite. Van ustedes hacia una segunda
edad de piedra. Parece que votaran ustedes al tonto del pueblo.¨
Sirva este documento para reivindicar la
crucial aportación de España al mundo de la investigación puntera que
está cambiando nuestro modo de ver y comprender el Universo.
Nota: si teneis curiosidad por saber más del verdadero acelerador de partículas español, consultad el proyecto ALBA. (Página oficial http://www.cells.es/ )
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