20061121

Ratones, GPS y vídeo-vigilancia para los estómagos de atletas

Ratones blancos, GPS, vídeo-vigilancia... Por el bien de los estómagos de los atletas de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 las autoridades no dudarán en desplegar pequeños y grandes medios en una ciudad marcada por repetidos escándalos de seguridad alimenticia.

Según el comité de organización de los Juegos Olímpicos de 2008 (BOCOG), ninguno de los alimentos que entrará en la villa olímpica escapará a un estricto control gracias a la utilización de las técnicas de vigilancia más modernas.

"Para controlar todo el proceso desde el lugar de producción hasta la villa olímpica, pasando por las fábricas de transformación y los centros logísticos, vamos a utilizar tarjetas electrónicas, etiquetas inteligentes, sistemas de códigos, así como instalaciones de registro automático de humedad de la temperatura combinadas a sistemas GPS para los vehículos de transporte", enumera una miembro del servicio de relaciones públicas del BOCOG.

Ratones blancos contribuirán para probar la leche, el alcohol, las ensaladas, el arroz, el aceite, la sal y las salsas que serán servidas a los atletas, explicó, en una reciente reunión Zhao Xinsheng, de la oficina de inspección sanitaria municipal.

Según Xinsheng, los ratones detectan un alimento contaminado más rápidamente que las tradicionales ténicas de laboratorio, lo que da una ventaja de tiempo a los responsables para aislar y destruir los productos en cuestión.

En el resto de la ciudad, los restaurantes, en particular los que sirven platos occidentales, serán objeto de una atención mayor antes del evento, aseguran las autoridades de la ciudad.

Estos últimos meses, los chinos y los habitantes de Pekín en particular han conocido una serie de problemas en sus platos, poniendo en relieve una falta de coordinación entre los diferentes servicios concernidos (ministerio de Agricultura, de Comercio, de Salud y el servicio de la cuarentena).

Este verano, 160 clientes de un restaurante de Pekín tuvieron una meningitis épidémica causada por un parásito tras haber consumido caracoles que no estaban suficientemente cocidos. Poco después, más de 300 habitantes de Shanghai, la capital económica y financiera china, fueron víctimas de una intoxicación provocada por la carne de cerdos dopados con clenbuterol, un anabolizante prohibido.

Además, estas últimas semanas, la venta de huevos de pato y de rodaballo fue prohibida. En los dos casos, se tratara de patos o de pescado, los productores fueron cuestionados por haber utilizado productos potencialmente cancerígenos, que son prohibidos en Europa.

En todo caso, Yang Shumin, un experto del centro de control de dopaje en China, recomendó a los restaurantes que no sirvan ciertos platos que podrían conducir a los atletas a doparse sin saberlo, como hígados que puedan contener rastros de medicamentos o de aditivos.

Además, explicó Yang, citado por la agencia Nueva China, cada vez más las aves o el ganado son alimentados en China con aditivos que contienen hormonas prohibidas, como mostró el escándalo de los cerdos.

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