Las 9 ideas para triunfar en el mundo de hoy que contiene el ensayo perdido de Asimov
En 1959, en plena Guerra Fría, la empresa de investigación aeronáutica
para la que trabajaba el químico estadounidense Arthur Obermayer recibió
un encargo de El Pentágono: encontrar los enfoques más creativos para
desarrollar un sistema de defensa de misiles balísticos.
El gobierno de Eisenhower tenía claro que por mucho que se gastara
dinero en mejorar la tecnología existente esta seguiría siendo
inadecuada: necesitaban a gente que tuviera ideas novedosas para
adelantar a los rusos.
Cuando Obermayer recibió el encargo pensó en seguida en su amigo Isaac
Asimov (también soviético, pero sólo de nacimiento). En aquella época el
escritor era ya una figura, había publicado sus mejores novelas de
ciencia ficción y se estaba dedicando por completo a la elaboración de
ensayos de divulgación científica. Obermayer invitó a su amigo a varias
reuniones, pero Asimov decidió abandonar el proyecto porque pensaba que
el acceso a información clasificada limitaría su libertad de expresión.
Pero antes de irse, escribió un ensayo para ayudar a los científicos del
proyecto a ser más creativos.
No sabemos si el texto, que llevaba por título ¿Cómo la gente tiene
nuevas ideas?, sirvió a los investigadores para crear un buen sistema de
defensa contra misiles, pero su carácter universal y premonitorio (como
casi todo lo que escribió Asimov), bien puede ayudar a los
profesionales y empresas de hoy en día para triunfar en un mundo lleno
de incertidumbres.
El ensayo había permanecido oculto hasta la semana pasada, cuando
Obermayer cedió el texto a la revista Technology Review, que lo ha publicado íntegro. Estas son sus nueve ideas más destacadas.
1. El proceso creativo es igual en todos los ámbitos
Como buen humanista, Asimov pensaba que la creatividad es necesaria en
todos los campos del saber, y su funcionamiento no difiere en absoluto
entre una u otra especialidad. No importa que persigamos alcanzar “la
evolución de una forma de arte, un nuevo gadget o un nuevo principio
científico, todos implican factores comunes”.
En el mundo actual tendemos a exigir creatividad en determinadas
profesiones, y negárselas a otras. Pero el progreso requiere creatividad
en todos los campos.
2. Para imaginar el futuro hay que conocer el pasado
Como todo buen escritor de ciencia ficción, Asimov sabía que para
imaginar el futuro es necesario conocer el pasado. “Una forma de
investigar el problema [el proceso creativo] es estudiar las grandes
ideas del pasado para saber cómo fueron generadas”. El escritor reconoce
que muchos de los grandes pensadores de la historia ni siquiera sabían
cómo tuvieron sus ideas, pero cree que, en la mayoría de ocasiones, el
secreto reside en conocer bien qué se ha investigado previamente sobre
un asunto. Ya lo decía otro Isaac (Newton), citando a Bernardo de
Chartres: “Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a
hombros de gigantes”.
3. Hay que saber ver conexiones entre cosas aparentemente desconectadas
Para Asimov, toda buena idea aparece cuando somos capaces de ver las
cosas más allá de nuestra especialidad. Es por ello que los equipos y
pensadores multidisciplinares son clave para generar buenas ideas.
El escritor pone como ejemplo el advenimiento de una de las grandes
ideas del siglo XIX, la teoría de la selección natural, a la que
llegaron de forma independiente, pero muy similar, los naturalistas
Charles Darwin y Alfred Wallace –según Asimov, una prueba de que el
proceso creativo funciona siempre de forma similar–.
“Está claro que en la primera mitad del siglo XIX muchos naturalistas
habían estudiado la forma en la que las especies se diferenciaban entre
sí. También mucha gente había leído a Malthus. Y, quizás, algunas
personas habían estudiado las especies y habían leído a Malthus. Pero lo
que se necesitaba era a alguien que hubiera estudiado las especies,
hubiera leído a Malthus y, además, tuviera la capacidad para conectar
ambas ideas”. Y eso es lo que hicieron Darwin y Wallace casi al mismo
tiempo.
4. Las mejores ideas son las que parecen irrealizables
Una vez que se conectan dos ideas, la asociación parece obvia, pero no
lo era hasta entonces. “Una nueva idea sólo parece razonable bastante
tiempo después de haberse pronunciado”, asegura Asimov. “Normalmente, al
principio, parece irracional. Parecía el colmo de la sinrazón suponer
que la tierra era redonda y no plana, que se movía alrededor del Sol o
que los objetos requieren una fuerza para detenerse cuando están en
movimiento en lugar de una fuerza para mantenerlos en movimiento”. Sólo
el tiempo acaba dando la razón a quien la tenía.
5. Los grandes pensadores son excéntricos (pero tienen seguridad en sí mismos)
Dado que las grandes ideas son siempre rompedoras, sus defensores tienen
que ser personas con una gran seguridad en sí mismas, y muy convencidos
de aquello que proponen, para que estas lleguen a buen puerto. En
opinión de Asimov, solo las personas capaces de enfrentarse a lo que el
resto de personas consideran de sentido común tienen posibilidades de
tener éxito. Para el escritor, una organización que persiga innovar debe
tolerar la excentricidad, pues los grandes genios suelen ser también
poco convencionales en sus hábitos. (Ahora bien, Asimov reconoce que hay
gente chiflada que no tiene nada de talento, así que no hace falta
hacer los procesos de selección en un psiquiátrico).
6. Deja que las personas trabajen en solitario…
El ensayo de Asimov contiene un importante consejo para gestores,
managers y directivos en general. En su opinión, a la hora de afrontar
un problema, es mejor dejar que las personas barrunten sus propias ideas
para resolver el mismo en solitario, antes que juntar a todo el mundo
en una sala para discutir el problema.
Mi impresión es que para ser creativo se requiere soledad. La persona
creativa, en cualquier caso, está trabajando continuamente. Su mente
está procesando la información en todo momento, incluso cuando no es
consciente de ello. La presencia de otras personas sólo puede inhibir
ese proceso, ya que los procesos creativos son embarazosos. Por cada
nueva buena idea hay decenas de miles horribles, que, naturalmente, no
vas a querer mostrar”.
7…Pero empújalas a cooperar
Todo creador necesita su espacio, pero Asimov cree que, una vez que la
gente haya pensado cómo se puede resolver uno u otro problema, hay que
poner las ideas en común. En opinión del escritor, las reuniones son una
pérdida de tiempo sino sirven para que cada persona tenga la
oportunidad de dar su punto de vista (por loco que parezca) y se logre
encontrar asociaciones validas entre distintos enfoques.
Para lograr esto, Asimov propone que las reuniones se enfoquen como si
fueran debates. Para ello es necesario que una persona haga de
moderador, y conceda turnos equitativos de palabra a todos los
participantes. Por lo general, en las reuniones, siempre hay alguien que
lleva la voz cantante, y no siempre se deja hablar a todo el mundo. Y
esto es un error que mina el proceso creativo.
“Si una persona tiene una mayor reputación que el resto, o se expresa
mejor, o tiene una personalidad más imponente, puede tomar el control de
la reunión y reducir al resto de asistentes a la obediencia pasiva”,
explica Asimov. “Ese individuo puede ser muy útil, pero mejor que
trabaje solo, para que no neutralice al resto”.
8. Las organizaciones deben crear un ambiente informal
El ensayo de Asimov contiene un consejo que deberían tener muy en cuenta
los gestores y responsables de Recursos Humanos (en una época en que
los procesos laborales están más controlados que nunca). El escritor
tiene claro que las empresas deben ser permisivas con sus trabajadores
si quieren que estos tengan buenas ideas. El ambiente debe ser relajado e
informal. “Para alcanzar los mejores resultados se necesita jovialidad,
el uso de nombres de pila y bromas”, asegura Asimov. “No porque sean
buenas en sí mismas, sino porque fomentan la voluntad para participar en
la locura creativa”
9. No se puede pagar un salario para que la gente sea creativa
Parece que una de las mejores cualidades que se pueden atribuir a un
trabajador es que es “reponsable”. Pero Asimov cree que, exigir
responsabilidades a los empleados –en el sentido de pedir una rendición
de cuentas– es contraproducente si lo que queremos es que sean
creativos. “Las grandes ideas de todos los tiempos vinieron de gente a
la que no se estaba pagando por tener buenas ideas, sino que se les
estaba pagando por ser profesores, secretarios de una oficina de
patentes, funcionarios o ni siquiera se les estaba pagando”, asegura el
escritor. “Las grandes ideas surgen como asuntos secundarios”.
La creatividad, asegura con rotundidad, no puede exigirse como
contraprestación a un salario: “Sentirse culpable porque no se merece el
salario ya que no se ha tenido una gran idea es la mejor manera de
asegurarse de que ninguna buena idea aparecerá en el futuro”.
20141031
20141029
Los diez trucos secretos de Google que pasan más desapercibidos
Los diez trucos secretos de Google que pasan más desapercibidos
Nuestra vida gira entorno a Google. Cuando queremos saber algo, un
gran porcentaje de la sociedad ya no acude a los sabios, a las
bibliotecas, a los kioskos de prensa... abre su teléfono móvil y escribe
'google.com'. A partir de aquí es nuestro correo electrónico, es
nuestra fuente de noticias, es el sistema operativo del móvil, es
nuestro estadista o nuestro consejero, nos muestra videos y diversión
para entretenernos... estas son algunas de las muchas cosas que sabemos
que podemos hacer pero, ¿qué esconde Google?
Curiosidades que han desarrollado los creadores del buscador más importante del mundo. Como por ejemplo el 'Gira y Gira' que nos aparece si escribimos en el buscador la expresión “do a barrel roll” para ver moverse en circulo la pantalla de tu ordenador.
Algo muy parecido pero que en vez de un giro lo que hace es quedarse inclinado hacía la derecha de su pantalla. Si escribimos la palabra “Tilt” no creas que se ha roto o le pasa algo raro a tu pantalla, es el juguetito de Google.
Festivus es una celebración del mes de diciembre que originalmente representa una parodia de las festividades tradicionales de invierno. Google nos muestra una barra en el lateral izquierdo si escribimos “festivus” en su buscador.
Una de las preferidas es la curiosidad de Google Earth. Podemos simular el vuelo del avión que elijas para pilotar con este potente simulador del planeta tierra. Aunque si en vez de volar prefieres navegar, escribe esto en tu barra de navegación https://www.google.com/webhp?hl=xx-pirate y tu navegador favorito se configurará con la dirección de los piratas.
Otra curiosidad es en lo que se convierte Google si ponemos https://www.google.com/webhp?hl=xx-piglatin. Se trata de un dialecto que mezcla vocablos de ciertas palabras del inglés con otras que no tienen nada que ver. Si te gusta, guardalo como página de inicio y será algo más particular tu navegador.
Si buscas “blink html” que significa guiñar nuestro html, pues Google actuará a sus órdenes y las palabras 'blink' y 'html' se pondrán a parpadear de manera muy poco significativa, pero en la viña del señor Google hay de todo.
Si lo que quieres es jugar con Google, teclea “zerg rush” y de repente una nube de O irán cayendo por tu pantalla... sino quieres que te elimine los resultados buscados, dispara sobre las letras O que veas varias veces hasta que la barra verde con la que empiezan acabe agotada y no sigan destruyendo los resultados buscados.
Una de las más divertidas es la del “Atari Breakout”. Si quieres disfrutar de un auténtico juego de Atari desde Google inserta las palabras mágicas en la sección de imágenes del buscador y verás que las imágenes que has buscado se convertirán en el mítico juego de destruir bloques de Atari.
Por último el Juego de la Vida basado en el patrón inventado por el matemático británico John Conway que hará que su pantalla se vaya llenando de células que se multiplican según la serie de reglas establecidas por este intelectual.
Curiosidades que han desarrollado los creadores del buscador más importante del mundo. Como por ejemplo el 'Gira y Gira' que nos aparece si escribimos en el buscador la expresión “do a barrel roll” para ver moverse en circulo la pantalla de tu ordenador.
Algo muy parecido pero que en vez de un giro lo que hace es quedarse inclinado hacía la derecha de su pantalla. Si escribimos la palabra “Tilt” no creas que se ha roto o le pasa algo raro a tu pantalla, es el juguetito de Google.
Festivus es una celebración del mes de diciembre que originalmente representa una parodia de las festividades tradicionales de invierno. Google nos muestra una barra en el lateral izquierdo si escribimos “festivus” en su buscador.
Una de las preferidas es la curiosidad de Google Earth. Podemos simular el vuelo del avión que elijas para pilotar con este potente simulador del planeta tierra. Aunque si en vez de volar prefieres navegar, escribe esto en tu barra de navegación https://www.google.com/webhp?hl=xx-pirate y tu navegador favorito se configurará con la dirección de los piratas.
Otra curiosidad es en lo que se convierte Google si ponemos https://www.google.com/webhp?hl=xx-piglatin. Se trata de un dialecto que mezcla vocablos de ciertas palabras del inglés con otras que no tienen nada que ver. Si te gusta, guardalo como página de inicio y será algo más particular tu navegador.
Si buscas “blink html” que significa guiñar nuestro html, pues Google actuará a sus órdenes y las palabras 'blink' y 'html' se pondrán a parpadear de manera muy poco significativa, pero en la viña del señor Google hay de todo.
Si lo que quieres es jugar con Google, teclea “zerg rush” y de repente una nube de O irán cayendo por tu pantalla... sino quieres que te elimine los resultados buscados, dispara sobre las letras O que veas varias veces hasta que la barra verde con la que empiezan acabe agotada y no sigan destruyendo los resultados buscados.
Una de las más divertidas es la del “Atari Breakout”. Si quieres disfrutar de un auténtico juego de Atari desde Google inserta las palabras mágicas en la sección de imágenes del buscador y verás que las imágenes que has buscado se convertirán en el mítico juego de destruir bloques de Atari.
Por último el Juego de la Vida basado en el patrón inventado por el matemático británico John Conway que hará que su pantalla se vaya llenando de células que se multiplican según la serie de reglas establecidas por este intelectual.
20141028
Cryptolocker, el imparable virus informático
los virus, ese "complemento" al PC..
Cryptolocker, el imparable virus informático
El virus informático Cryptolocker sigue avanzando sin forma de pararlo. Las autoridades y expertos en la materia conocen que este virus es capaz de encriptar discos duros dejando en jaque a cualquier sistema.
Este tipo de virus malware es todavía imposible de parar. Desde 2013 se extiende y no hay por ahora forma de detenerlo. Además Cryptolocker ha mejorado constantemente desde 2013 con nuevas versiones que mejoran la encriptación.
Cryptolocker infecta cualquier sistema dejando toda la información del disco duro encriptada, así secuestra el ordenador en cuestión. La victima recibe al cabo de un tiempo un aviso en el que el secuestrador pide entre 500 y 6000 euros para recuperar la información. El pago se realizaría mediante Bitcoin.
Antes de nada decir que no debemos caer en la trampa. El secuestrador no nos recuperará la información ni aunque paguemos. Esta información está encriptada de forma sofisticada.
Millones de ordenadores de empresas y particulares han sido infectados en un año. A través de descargas piratas parece que se extiende rápidamente al igual que por correo electrónico.
Kaspersky Lab ya es capaz de detectar el virus Cryptolocker pero no consigue eliminarlo ni desencriptar la información. Esto quiere decir que por el momento no tenemos solución. Algunos expertos lo llaman el “ébola informático”.
Con Cryptolocker la competencia puede dejar en jaque a una empresa o incluso se dice que es capaz de parar un país. Debemos tener cuidado ya que no hay solución, solo podremos detectarlo.
Cryptolocker, el imparable virus informático
El virus informático Cryptolocker sigue avanzando sin forma de pararlo. Las autoridades y expertos en la materia conocen que este virus es capaz de encriptar discos duros dejando en jaque a cualquier sistema.
Este tipo de virus malware es todavía imposible de parar. Desde 2013 se extiende y no hay por ahora forma de detenerlo. Además Cryptolocker ha mejorado constantemente desde 2013 con nuevas versiones que mejoran la encriptación.
Cryptolocker infecta cualquier sistema dejando toda la información del disco duro encriptada, así secuestra el ordenador en cuestión. La victima recibe al cabo de un tiempo un aviso en el que el secuestrador pide entre 500 y 6000 euros para recuperar la información. El pago se realizaría mediante Bitcoin.
Antes de nada decir que no debemos caer en la trampa. El secuestrador no nos recuperará la información ni aunque paguemos. Esta información está encriptada de forma sofisticada.
Millones de ordenadores de empresas y particulares han sido infectados en un año. A través de descargas piratas parece que se extiende rápidamente al igual que por correo electrónico.
Kaspersky Lab ya es capaz de detectar el virus Cryptolocker pero no consigue eliminarlo ni desencriptar la información. Esto quiere decir que por el momento no tenemos solución. Algunos expertos lo llaman el “ébola informático”.
Con Cryptolocker la competencia puede dejar en jaque a una empresa o incluso se dice que es capaz de parar un país. Debemos tener cuidado ya que no hay solución, solo podremos detectarlo.
20141024
Un vicepresidente de Google bate el récord de salto de Félix Baumgartner
Un vicepresidente de Google bate el récord de salto de Félix Baumgartner
En octubre de 2012 Félix Baumgartner se convirtió en el primer ser humano en romper la barrera del sonido sin ayuda mecánica en un salto épico desde una altura de 39.068 metros. El récord ha durado poco más de dos años. Alan Eustace, vicepresidente de la compañía Google, logró completar con éxito esta mañana un salto similar en Roswell, Nuevo Mexico, pero desde una altura de 41.420 metros.
En total, el salto al vacío de Eustace, mostrado en exclusiva por 'The New York Times', ha durado 15 minutos y ha servido también para batir el récord en velocidad de descenso. Al poco de comenzar su caída el traje especial presurizado registraba los 1.287 kilómetros por hora. Los asistentes al evento han asegurado escuchar el "boom" que se genera al romper la barrera de sonido.
Un salto preparado en la discreción, sin publicidad
El salto ha sido preparado con increíble discreción durante los últimos tres años. No ha contado con ningún tipo de ayuda comercial o esponsorización. Eustace, de hecho, rechazó la ayuda de su propia empresa, Google, para retransmitir el evento. Ha grabado el salto con una pequeña cámara de acción acoplada al casco y sólo han estado presentes unos pocos medios. La Asociación Norteamericana de Paracaidismo (USPA) ha certificado la altura del salto.
La hazaña contrasta de forma sorprendente con la de Baumgartner. Apoyado por una marca de bebidas energéticas, el salto de suizo se convirtió en un evento mediático sin precedentes, con retransmisión en directo desde varios puntos de vista y casi dos días de cobertura ininterrumpida.
El pequeño equipo encargado de la prueba ha pasado los últimos tres años construyendo el traje presurizado que ha permitido a Eustace subir hasta la estratosfera. A diferencia del salto de 2012, el ingeniero no ha contado con una cabina de ascenso, sino que se ha anclado directamente a los globos de helio. Al llegar a la altura del salto una pequeña explosión ha desenganchado el traje, diseñado por Paragon Space Development Corporation, para comenzar la caída.
Eustace se unió a Google en el año 2002 y ha desempeñado el cargo de vicepresidente en varias áreas estratégicas de la compañía, como búsquedas o ingeniería. Antes de su trabajo en el gigante de la red trabajó como diseñador de procesadores en Digital, Compaq y HP. Es un entusiasta de la aeronáutica y tiene licencia de pilotaje y paracaidismo desde hace varios años.
En octubre de 2012 Félix Baumgartner se convirtió en el primer ser humano en romper la barrera del sonido sin ayuda mecánica en un salto épico desde una altura de 39.068 metros. El récord ha durado poco más de dos años. Alan Eustace, vicepresidente de la compañía Google, logró completar con éxito esta mañana un salto similar en Roswell, Nuevo Mexico, pero desde una altura de 41.420 metros.
En total, el salto al vacío de Eustace, mostrado en exclusiva por 'The New York Times', ha durado 15 minutos y ha servido también para batir el récord en velocidad de descenso. Al poco de comenzar su caída el traje especial presurizado registraba los 1.287 kilómetros por hora. Los asistentes al evento han asegurado escuchar el "boom" que se genera al romper la barrera de sonido.
Un salto preparado en la discreción, sin publicidad
El salto ha sido preparado con increíble discreción durante los últimos tres años. No ha contado con ningún tipo de ayuda comercial o esponsorización. Eustace, de hecho, rechazó la ayuda de su propia empresa, Google, para retransmitir el evento. Ha grabado el salto con una pequeña cámara de acción acoplada al casco y sólo han estado presentes unos pocos medios. La Asociación Norteamericana de Paracaidismo (USPA) ha certificado la altura del salto.
La hazaña contrasta de forma sorprendente con la de Baumgartner. Apoyado por una marca de bebidas energéticas, el salto de suizo se convirtió en un evento mediático sin precedentes, con retransmisión en directo desde varios puntos de vista y casi dos días de cobertura ininterrumpida.
El pequeño equipo encargado de la prueba ha pasado los últimos tres años construyendo el traje presurizado que ha permitido a Eustace subir hasta la estratosfera. A diferencia del salto de 2012, el ingeniero no ha contado con una cabina de ascenso, sino que se ha anclado directamente a los globos de helio. Al llegar a la altura del salto una pequeña explosión ha desenganchado el traje, diseñado por Paragon Space Development Corporation, para comenzar la caída.
Eustace se unió a Google en el año 2002 y ha desempeñado el cargo de vicepresidente en varias áreas estratégicas de la compañía, como búsquedas o ingeniería. Antes de su trabajo en el gigante de la red trabajó como diseñador de procesadores en Digital, Compaq y HP. Es un entusiasta de la aeronáutica y tiene licencia de pilotaje y paracaidismo desde hace varios años.
20141022
Secuenciado el ADN más antiguo de un 'Homo sapiens'
Secuenciado el ADN más antiguo de un 'Homo sapiens'
El hallazgo fue algo casual. Era el verano del año 2008, cuando un
buscador de huesos y colmillos de mamut andaba husmeando en la orilla
del río Irtysh, cerca de la población de Ust'-Ishim, en Siberia
oriental, a la caza de alguna pieza que poder vender. De pronto, en un
depósito aluvial se topó con un extraño -y diminuto, comparado con lo que estaba rastreando- pedazo de hueso.
El fósil no entraba dentro de sus objetivos, pero guardó el hallazgo en
su zurrón. Después de pasar por las manos de varios investigadores
rusos -uno de ellos de criminalística-, la caña (diáfisis) casi completa
de un fémur humano llegó al laboratorio de Svante Pääbo en el Instituto
Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), quién no
dudó en analizar el fósil. Y casi seis años después de aquello, se ha convertido en una de las piezas clave de la historia evolutiva del ser humano moderno.
El equipo de Pääbo, junto con el potente grupo del Broad Institute
del MIT y la Universidad de Harvard (EEUU) dirigido por David Reich, han
datado la pieza y han logrado descifrar la secuencia completa de ADN
-el genoma- de aquel individuo, un humano moderno, un Homo sapiens, de hace 45.000 años. Es decir, han obtenido el genoma más antiguo de un humano moderno, del primer ancestro del hombre actual en suelo europeo. El hallazgo, publicado hoy en la revista Nature, pone a disposición de la comunidad investigadora el patrimonio genético de un individuo que vivió en un momento en el que los neandertales todavía deambulaban por Europa y parte de Asia.
De hecho, el trabajo ha permitido determinar con mucha más precisión que hasta ahora el momento en el que ocurrió la ya conocida hibridación entre los neandertales (Homo neanderthalensis) y los humanos modernos. «Hemos visto que la cantidad de ADN neandertal en este hombre de Ust'-Ishim es muy similar a la que aún conservamos los humanos actuales», explica a EL MUNDO Janet Kelso, investigadora del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y una de las principales autoras del trabajo. Pero el material genético heredado de aquellos milenios de encuentros entre ambas especies no son un paquete único, sino que son secuencias repartidas por todo el genoma de los humanos modernos. Y precisamente son esos fragmentos los que utilizan los investigadores como reloj para calcular cuándo ocurrió la hibridación.
«La longitud de las secuencias de ADN neandertal en el genoma de este individuo son mucho más largas que las que hay en los humanos actuales», aclara Kelso. Esto ocurre porque este individuo está mucho más cercano en el tiempo al momento en el que ambas especies hibridaron, así que los segmentos genéticos del neandertal no tuvieron tiempo de reducirse con el paso de las generaciones. «Hemos podido estimar que los ancestros de este individuo se mezclaron con los neandertales aproximadamente entre 7.000 y 13.000 años antes del momento en el que vivió este pariente humano, es decir, hace entre 50.000 y 60.000 años», asegura la investigadora.
Fémur fósil.
BENCE VIOLA
De hecho, el trabajo ha permitido determinar con mucha más precisión que hasta ahora el momento en el que ocurrió la ya conocida hibridación entre los neandertales (Homo neanderthalensis) y los humanos modernos. «Hemos visto que la cantidad de ADN neandertal en este hombre de Ust'-Ishim es muy similar a la que aún conservamos los humanos actuales», explica a EL MUNDO Janet Kelso, investigadora del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y una de las principales autoras del trabajo. Pero el material genético heredado de aquellos milenios de encuentros entre ambas especies no son un paquete único, sino que son secuencias repartidas por todo el genoma de los humanos modernos. Y precisamente son esos fragmentos los que utilizan los investigadores como reloj para calcular cuándo ocurrió la hibridación.
«La longitud de las secuencias de ADN neandertal en el genoma de este individuo son mucho más largas que las que hay en los humanos actuales», aclara Kelso. Esto ocurre porque este individuo está mucho más cercano en el tiempo al momento en el que ambas especies hibridaron, así que los segmentos genéticos del neandertal no tuvieron tiempo de reducirse con el paso de las generaciones. «Hemos podido estimar que los ancestros de este individuo se mezclaron con los neandertales aproximadamente entre 7.000 y 13.000 años antes del momento en el que vivió este pariente humano, es decir, hace entre 50.000 y 60.000 años», asegura la investigadora.
20141017
Amazon, un nuevo tipo de monopolio para beneficio de los clientes
Amazon, un nuevo tipo de monopolio para beneficio de los clientes
Crear la librería más completa del mundo, tan bien provista como la antigua biblioteca de Alejandría, donde puedan encontrarse todos los títulos publicados a un precio razonable. Cuando Jeff Bezos lanzó Amazon hace ahora justo 20 años, con el nombre de cadabra.com, era imposible imaginar que pronto se convertiría en el monstruo del comercio electrónico que es hoy, desde cuyas páginas se puede comprar todo lo imaginable: desde alimentos hasta móviles, mobiliario o productos para bebés.
En vez de repartir beneficios, reinvierte millones en mejorar: explora nuevas tecnologías, construye mayores almacenes en lugares mejor situados para acortar los plazos de entrega… Navegar en la página y comprar esto o aquello es para muchos ya un acto natural, y no son pocos los que recurren a ello por defecto. Pero además ha diversificado el negocio: es un gran almacén, como Walmart: fabrica hardware, como Apple; distribuye vídeo, como Netflix; publica libros y produce películas. Por no mencionar que Jeff Bezos es desde hace unos meses el nuevo dueño del Washington Post.
Ante este panorama, Franklin Foer se pregunta en New Republic si es posible que la compañía de Bezos se haya convertido en una versión moderna de un viejo conocido: el monopolio.
Al servicio del consumidor
“Amazon es un claro ejemplo de una nueva edad de oro del monopolio, como también lo serían Google o Walmart. Al contrario que las empresas monopolísticas de otras épocas, no utilizan su poder indiscutible para subir los precios, sino que se erigen como sirvientes del consumidor y nos han llevado a una era de precios bajos para todo, desde televisiones planas hasta pañuelos de papel”, escribe el periodista.
Y es verdad. Todos nos beneficiamos de las ventajas que ofrece, como los precios, el la velocidad en el reparto (desde hace poco más de una semana entrega en Madrid en el mismo día) o la disponibilidad. Además, el ecosistema del sector tecnológico funciona de tal forma que si Amazon (o Google, por ejemplo) deja de ser una empresa innovadora y que mejore el sector, es de suponer que llegará otra y se la merendará, como ha ocurrido otras veces.
"Competir es de perdedores"
Peter Thiel, cocreador de PayPal, propone que desterremos la connotación negativa de monopolio para siempre. En un momento como este en el que las startups surgen como setas y la oportunidad de destacar está al alcance de la mano y de una buena idea, defiende que un monopolio "es una empresa que es tan buena en lo que hace que ninguna otra puede ofrecer un sustituto para ello".
Además, argumenta en un artículo del Wall Street Journal titulado "Competir es de perdedores", pone a Google como ejemplo de estos monopolios, y explica cómo no tener que competir le permite centrarse en cosas como invertir en innovación y desarrollo, cuidar de sus empleados y tener más claros sus objetivos y estrategias, así como su impacto sobre el mundo.
Se trata de una idea algo ingenua, pero sí menciona un aspecto clave, y es que los monopolios en la era de internet son una especie nueva, y no se comportan igual que las empresas monopolísticas de la era industrial o de servicios, de forma que las leyes que deberían regularlas están llenas de agujeros por las que se cuelan. Esta misma semana conocíamos la noticia de que Irlanda ha decidido frenar la práctica de muchas multinacionales que aprovechan sus lagunas fiscales para esquivar impuestos. Amazon, Google y Apple están en la lista.
El camino para ser uno de estos nuevos monopolios
Sin embargo, la cuestión no es si Amazon ha alcanzado su actual tamaño y posición saltándose la ley, aunque claro que también ese es un tema importante, sino qué tácticas legales pero de dudosa ética ha utilizado para lograrlo y si se está llevando a alguien por delante con ellas. Ha recibido acusaciones de minar el terreno de la competencia hasta dejarla al borde del abismo y de exprimir a sus proveedores hasta dejar seco su margen de beneficios.
Cuando Bezos construyó su imperio, tomó buena nota de otro negocio basado en la venta al por menor de todo tipo de bienes de consumo: Walmart. Ambas compañías tienen características comunes, como que sus ejecutivos no reciben salarios desorbitados o que no hay un sindicato que aúne a sus trabajadores, además de recibir acusaciones de un trato abusivo e incluso explotación.
Pero lo más significativo que Bezos aprendió de Sam Walton, fundador de Walmart, fue el modo de tratar con los proveedores. Ambos ofrecen lo mismo a sus clientes, y es que siempre superarán a la competencia en cuanto a sus precios. Pero la eficiencia basada en la mejora tecnológica y la reducción de gastos tienen un límite, y a partir de ahí, el aumento de los beneficios solo puede venir de conseguir un trato más ventajoso en el acuerdo con los proveedores.
Ambos actúan parecido, pero mientras que Walmart es una versión agresiva de los clásicos grandes almacenes de toda la vida, Amazon no tiene límites. No hay nada que quede fuera de su horizonte de intereses: diseña y fabrica sus propios móviles, produce contenidos para televisión, vende y reparte alimentos frescos e incluso ha llegado a vender espacio en sus servidores para la CIA. No es que sea el único actor de un mercado concreto, sino que está en muchos mercados distintos con una misma estrategia, que en muchos casos destaca por una agresividad desmedida.
Y esto no solo le da poder económico, sino también poder cultural. Amazon puede anunciar una política de precios fijos sin consultar a nadie más (o pactar para hacerlo) e imponer una subida en el porcentaje que se queda por cada ebook que vende. Es el poder que da ser el creador de uno de los ereaders más vendidos del mundo, el Kindle, pero deja a las editoriales en una situación difícil.
Por mucho que las grandes editoriales se unan y presten batalla, la balanza está muy desequilibrada. Como comprador principal, Amazon tiene la sartén por el mango. Es la misma situación que se da con Walmart, que puede imponer sus condiciones a gigantes como CocaCola o Disney si quieren que sus productos se vendan en sus establecimientos.
Los consumidores, cómplices necesarios
Para hacer frente a este esquema, potencialmente preocupante, los consumidores tenemos que reconocer que somos cómplices necesarios de Amazon, denuncia Foer. “Hemos sido seducidos por los descuentos, los repartos, las películas gratis, el envoltorio para regalo y la posibilidad de comprar zapatos, libros, judías o incluso un retrete en el mismo sitio”. Y no solo eso. Lo hemos asumido tan profundamente que ya nos parece lo normal e incluso lo que debería ser, nuestros derechos.
Que un entorno tan libre y fluido como internet sea preso del monopolio nos parece impensable, y estamos seguros de que una página con un servicio mediocre siempre será devorada por otra mejor. Y es cierto. Pero Amazon va más allá, y tiene un historial de avasallar a negocios más pequeños en cuanto se convierten en una alternativa con posibilidades de competir. Con ingresos mucho más altos que esos competidores más modestos, puede permitirse bajar los precios de un producto incluso aunque le cause pérdidas hasta agotar su resistencia y después comprarlos, saliendo del lance aún más fortalecido.
Puede que sea necesaria una puesta al día de la legislación para que ésta se adapte a los nuevos escenarios que generan estos nuevos monopolios, y ya hay varios intentos en marcha, aunque de momento limitados, sobre todo para tratar de impedir que se puedan fijar los precios de forma unilateral.
El periodista de New Republic concluye con una reflexión llena de pesimismo, asegurando que si no hacemos frente a la realidad de estos nuevos monopolios, terminaremos arrastrándonos a un futuro insostenible “en el que una sola compañía ejercerá de forma intolerable el dominio económico y cultural”.
20141003
Windows, vete a la mierda
Windows, vete a la mierda
Instalas un Windows 7 SP1. Vas a instalar las actualizaciones. Más de 140 actualizaciones en total. Después de descargarlas empieza a instalarlas. No estoy seguro pero juraría que el 90% de las actualizaciones que ha instalado eran algo relacionado con
.NET.
Después de instalarlas dice que tiene que reiniciar. Bueno, vale. Le dices que reinicie. Pero no reinicia, primero está el rato que le apetece configurando actualizaciones y, después reinicia.
Y ahí debería acabar todo ¿no? Pues no. Por que una vez reiniciado sigue configurando las actualizaciones. Y después de estar, otra vez, el rato que le da la gana instalando actualizaciones decide que tiene que volver a reiniciar. Otra vez.
Y ya está. Pues no. Cuando reinicia sigue configurando las actualizaciones. Y, entonces, vuelve a reiniciar. Otra vez. En serio: no recuerdo haber visto ningún otro sistema operativo tener que reiniciar tres veces para actualizar nada. Y estamos hablando de un Windows 7 SP1, no de un Windows 7 base.
Y una vez reiniciado sigue configurando actualizaciones. Pero esta vez ya está, no hay que reiniciar nada más. Hasta que inicias sesión y Windows Update dice que tiene cinco actualizaciones más. Y que va a tener que reiniciar. Otra vez. O media docena más de veces, a saber.
Instalas un Windows 7 SP1. Vas a instalar las actualizaciones. Más de 140 actualizaciones en total. Después de descargarlas empieza a instalarlas. No estoy seguro pero juraría que el 90% de las actualizaciones que ha instalado eran algo relacionado con
Después de instalarlas dice que tiene que reiniciar. Bueno, vale. Le dices que reinicie. Pero no reinicia, primero está el rato que le apetece configurando actualizaciones y, después reinicia.
Y ahí debería acabar todo ¿no? Pues no. Por que una vez reiniciado sigue configurando las actualizaciones. Y después de estar, otra vez, el rato que le da la gana instalando actualizaciones decide que tiene que volver a reiniciar. Otra vez.
Y ya está. Pues no. Cuando reinicia sigue configurando las actualizaciones. Y, entonces, vuelve a reiniciar. Otra vez. En serio: no recuerdo haber visto ningún otro sistema operativo tener que reiniciar tres veces para actualizar nada. Y estamos hablando de un Windows 7 SP1, no de un Windows 7 base.
Y una vez reiniciado sigue configurando actualizaciones. Pero esta vez ya está, no hay que reiniciar nada más. Hasta que inicias sesión y Windows Update dice que tiene cinco actualizaciones más. Y que va a tener que reiniciar. Otra vez. O media docena más de veces, a saber.
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