Un aparato electrónico que promete acabar con los puestos de televisión fijos empezó a venderse el martes por primera vez en Europa, abriendo nuevas vías para que los usuarios vean la televisión donde quiera que vayan.
La Slingbox conecta con un aparato de TV vía terrestre, cable o satélite y después transmite el vídeo a través de Internet. Los usuarios pueden sintonizarla después a través del PC o del portátil.
La Slingbox está disponible en el Reino Unido esta semana, antes de su lanzamiento europeo a finales de este año.
El aparato, cuyo precio de salida es de 180 libras (unos 265 euros) podría complicar los nacientes esfuerzos de las cadenas de TV y de las empresas de telefonía móvil a la hora de vender descargas de TV y otros servicios de vídeo.
Los usuarios de Slingbox en Estados Unidos pueden también usar móviles para ver vídeos, aunque ese servicio aún no está disponible en el Reino Unido.
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