¿Petróleo abundante y a 70 dólares? Otro artículo del que (casi) todo el mundo habla | el blog de David Ruyet
Hará un mes o así, el mundo (científico) andaba revuelto con el artículo
“Approaching a state shift in earth’s biosphere” de Nature (y que
motivó el post más leído de este blog con más de 23.000 visitas). Pues
hace una semana se ha generado cierto debate con el documento de
Leonardo Maugeri titulado “Oil: the next Revolution“. El informe, de
unas 70 páginas, tiene interés por dos elementos: por un lado, porque ha
sido publicado por el Belfer Center, el centro experto en temas de
seguridad, tecnológicos, ambientales y de recursos de la Universidad de
Harvard; por otro, Maugeri es uno de los más relevantes expertos en
petróleo. Ha sido uno de los primeros directivos de ENI, la petrolera
italiana, y tiene varios artículos publicados sobre el posible fin del
petróleo. Desde agosto de 2011 está de retiro sabático (afortunado él),
investigando en Harvard. El documento sigue las ideas mantenidas por
Maugeri en los últimos diez años, que no creen demasiado en la
existencia del “peak oil“, y ha gozado de cierta expectación más aún
cuando publicó una columna resumiendo su trabajo en el WSJ.
Lo del “peak oil” seguro que lo conoce (si no, aquí un post). En 1956 M.
King Hubbert, geofísico de la Shell, preveía en “Nuclear energy and the
fossil fuels“ que la producción de los campos de crudo americanos
empezaría a declinar en 1970. Las carcajadas del mundillo petrolero se
oyeron desde el 56… hasta ese año (mire el gráfico abajo). Entonces la
producción yanqui, tras un máximo de 10.2 millones de barriles al día
(mbd), empezó a declinar, justo como Hubbert había predicho. Años
después, en el número de marzo de 1998 de Scientific American, los
geólogos Campbell y Laherrère publicaban “The end of cheap oil“, donde
revisitaban la idea del pico de Hubbert, pero ahora a escala mundial.
Claro, a precios de 10 $/barril, también se partieron la caja muchos.
Luego el precio rebotó en 2004, y hoy se paga 10 veces más caro.
Campbell y Laherrère planteaban, como Hubbert, que las razones del
incremento marginal de costes eran de tipo “fundamental“, o sea
“técnicas” (en especial el agotamiento de campos sin tasa de renovación
suficiente). En la actualidad sabemos que no hay una única razón para la
subida del precio del crudo: la responsabilidad se la reparten los
“fundamentales” y los “especuladores“.
Cualquier elemento finito que se extraiga (minerales, agua, galletas de
una caja…; da igual) sufre un “peak“. Existen dos fases: en la primera,
el coste de la extracción de cada unidad (extraer un barril más para el
crudo) es marginalmente decreciente; se amortizan las inversiones
iniciales a mayor extracción, y resulta un menor coste medio. Cada vez
es más barato producir (o extraer). Tras el pico (que suele darse en el
50% del yacimiento) el coste marginal empieza a aumentar: en el crudo
hay que bajar a mayor profundidad, inyectar más agua, gastar más en
refino… Piense en la caja de galletas: las de arriba salen fácil; las
del fondo, no. Pues el petróleo igual: al ser finito, tendrá su “peak“, y
tras él el aumento sostenido de precios. No es “Mad Max“: son costes
marginales crecientes.
El problema es saber cuándo ocurrirá. Aquí tiene una presentación de
Robert Hirsch, que recoge previsiones posibles. ¿Cuándo? Chi lo sa?
Aquí, como en el fútbol, hay bandos. Los que creen que el business as
usual con una economía mundial basada en el petróleo seguirá frente a
los que ven inminente el fin de una época. En una serie de este blog que
dediqué al colapso energético se habló de ellos, pero el fin de la
época del petróleo barato (pongamos 30$/barril) no plantea dudas. No
volverá. Y ni la IEA las tiene, que ya en el World Energy Outlook de
2010 presentaba un plateau sostenido (abajo) desde 2006. Literalmente
decía “su pico histórico“. O sea el “peak oil“… ¿O quizás no? pues
Maugeri propone un escenario mucho más optimista: “Contrary to what most
people believe, oil supply capacity is growing worldwide at such an
unprecedented level that it might outpace consumption. This could lead
to a glut of overproduction and a steep dip in oil prices“. Un “glut”
dice Maugeri, o sea, “mogollón” de petróleo.
A partir de datos de BP (la petrolera del reputado “Statistical Review
of World Energy” y de la plataforma Deepwater Horizon…) Maugeri ha
previsto un salto en la producción desde los 93 mbd actuales a más de
110 mbd netos en 2020 (y si son “netos” los brutos, es decir la
capacidad de producción, debe ser mayor). En la línea de Yergin
(recuerde el post del “plateau“), justifica el aumento por los petróleos
no convencionales (recuerde el post de las arenas asfálticas). La
producción crecería en Estados Unidos (via “shale oil“), Canadá (“tar
sands“), Brasil (“pre-salt oils“) e Iraq. Los tres primeros con
producción no convencional, e ignora a Venezuela (“extra-heavy oils”),
el país con mayores reservas 3P del mundo, por cuestiones geopolíticas.
Por eso Maugeri recuerda que la condición básica para que se cumpla su
previsión es “a long-term price of oil of $70 per barrel“. A esos costes
empieza a ser rentable el refinado de betunes y alquitranes o acceder a
aguas muy profundas. Es el “turn today’s expensive oil into tomorrow’s
cheap oil” de Maugeri.
¿Y por qué -humildemente- dudo de los resultados de Maugeri? Por varias razones:
■La producción de los principales campos (como Ghawar en Arabia Saudí
que produce 5 mbd, Samotlor en Rusia que hoy produce 3 mbd de los 7 mbd
que producía en 1980, Cantarell en México que produce 2 mbd o Burgan en
Kuwait con 2.4 mbd; pero es que estos 4 campos producen… !el 17% del
total mundial!), están ya en declive (o sea su “peak oil” particular),
como parte de su proceso natural.
■Los datos de reservas 1P son “sospechosos” (los cables de Wikileaks
mostraban las dudas sobre las reservas declaradas, especialmente en
Oriente Medio). Igual no hay tanto petróleo como pensamos. Además,
Maugeri da por buenos los datos de BP que son “primary sources” es
decir, datos brutos de petroleras y gobiernos sin contrastar.
■Tampoco se descubren nuevos campos grandes, y cuando ocurre, es
lentamente, con goteo de inversiones y sin mucho personal cualificado
(por todo ello hay una menor tasa de extracción). Piense que el 50% del
petróleo mundial sale de 120 campos, y que el 25% sólo de 20. El último
gran campo descubierto fue Kashagan en Kazakstan en 2000, y produce 1.8
mbd. El resto del Top 20, a excepción de Shaybah en Arabia Saudí, entró
en explotación antes de 1982…
■Aumenta la tasa de autoconsumo de petróleo de los países extractores
(en realidad no son productores, porque no producen nada) y reducen la
capacidad de exportación. Por eso la IEA, el G20, la OCDE han pedido
eliminar los subsidios (en realidad el petróleo que los ciudadanos
árabes, venezolanos, kuwaities, iraníes… consumen a precios de risa y
así sus gobiernos tienen paz social). Pero no es ninguna broma, porque
con sus elevadas tasas… ¡Arabia Saudí podría ser consumidor neto en
2025!
■Todo ello incrementa los costes de extracción. Así los costes medios
de producción (o sea, suma de OPEX y margen) de 2011 llegaron a los 36
$/barril, pero el marginal estuvo sobre los 92 $ (como en los caros
campos de PEMEX). Eso implicó una subida del +26% de los costes de
producción durante 2010-2011 según Sanford C. Bersntein.
■Y en ese escenario, el llamado “petróleo no convencional” (o sea el de
betún y arenas asfálticas, como las de Canadá, el Delta del Orinoco, o
incluso Vaca Muerta) o el de aguas muy profundas (como el del Tupí y el
Pre-sal brasileño) es difícil y caro de extraer (abajo datos de CERA),
al margen de los problemas ambientales y de la tasa de retorno
energético (la energía que se precisa para extraer un barril de
petróleo).
Como verá, razones para mantener los precios altos, pero no para
soportar una época de crudo abundante ¡que haga bajar los precios!
Cierto es que Maugeri se fija sobre todo en Estados Unidos y ahí
probablemente acierte… en parte. Por ejemplo, que vuelvan a producir 12
mbd cuando en su “peak oil” (de convencional) de 1970 producían 10.2 mbd
parece complicado. Y que sean autosuficientes cuando hoy consumen 18.7
mbd, también… Además, pasa de puntillas en su documento por varios
elementos clave: un breakdown de costes creíble (no lo hace), una
evaluación precisa de las inversiones (dice que en 2012 han sido muy
elevadas, y con eso basta), nula descripción de los impactos ambientales
o las necesidades de agua (recurre a la discriminación positiva:
encuentra yacimientos que tienen agua cerca y ¡zasca! todos son
iguales); eso sin olvidar ideas como que Iraq y Libia resolverán sus
problemas políticos y producirán como antes de sus conflictos como por
arte de magia. O sea, es más bien un documento técnicamente
inconsistente.
La sorpresa ha sido que el informe de Maugeri ha convencido a más de
uno. Algo a los de Reuters; a los del Wall Street Journal bastante más
(“Has peak oil peaked?“). Pero al Financial Times, no, y a Le Monde
menos. La prensa española aún no se ha enterado. Pero ha llamado la
atención el cambio de opinión de George Monbiot, uno de los más
relevantes periodistas ambientales, convencido del cambio climático. “We
were wrong about peak oil: there’s enough in the ground to deep-fry the
planet“ escribió hace unos días en The Guardian. Mombiot ha pegado un
patinazo enorme, al no entender qué es el “peak oil”. Ha confundido
costes crecientes con escasez y, lo peor, abundancia con costes bajos.
No es lo mismo. El “peak oil” traerá crudos cada vez más caros, más
lentamente, y de peor calidad. Los crudos convencionales (de la OPEP)
subirán de precio, ocupando buena parte de la capacidad de refino (que
es un cuello de botella); los no convencionales (sobre todo OCDE)
tendrán costes tan elevados de producción que haría falta una enorme
cantidad en el mercado (quizás más que un “glut“) para poder llevar el
precio medio al switch-up de 70 $/barril de Maugeri. Sinceramente, no
creo que el petróleo baje de 100$ por más de dos meses nunca más (si no
se va todo a la mierda). Como decía Rockefeller: “fall is not a reason
to fear, but an opportunity to buy“. Pues ya sabe: compre.